
La desmentida de los riesgos es una característica común en los seres humanos que a veces los lleva a la omnipotencia y a la negación de la realidad.
El adolescente necesita para separarse de su grupo familiar, necesariamente del grupo, de pares. El encierro que hemos padecido lo han empujado a dos situaciones contradictorias para ellos. Por un lado, la tendencia a la retracción, a aislarse de la familia , por otro lado a retraerse del grupo de amigos que operan de modo tal que les permite la salida exogámica, es decir, al afuera, a la independencia y autonomía en el manejo del tiempo, del dinero y de sus afectos amistosos y amorosos sin ser conscientes del peligro a la hora de asistir a fiestas llamadas Instales en lugares sin habilitación , sin seguridad y consumo desmedido de bebidas alcoholicas y demás ( para no dar demasiados detalles)
Tal vez las fiestas, la terminación del secundario en algunos, el fin del periodo lectivo de las clases virtuales, el hartazgo del encierro, en otros la carencia de los rituales de cambios de etapas etc. han llevado a una salida explosiva, por decirlo de alguna manera, desmintiendo el peligro.
La desmentida de los riesgos es una característica común que a veces los lleva a la omnipotencia y a la negación de la realidad cuando esta le es adversa. Lo cierto es que en Catriel sobran las fiestas organizadas por personas que no tienen la mínima idea del peligro que conlleva la aglomeración de personas en lugares No Habilitados, sin control ni medidas de seguridad.
La pregunta es Quién debería controlarlo? Lo cierto es que La Jueza de Faltas ni la policía pueden actuar si no existe una regulación Explícita por parte del Municipio en cuanto a los #Instales que se han puesto de moda luego de los meses de encierro.
Pero el costo de estas fiestas, convocadas por redes sociales y organizadas por personas irresponsables, negsdoras del peligro, abarca a jóvenes y adultos, parece ser alto también. La conversación y explicaciones en familia, tendientes a poner sobre la mesa el riesgo que corremos si no hay una ley que las regule, el riesgo es muy elevado. Necesitamos una ley que proviene de la necesidad, del peligro que está tocando a nuestros hijos.
Es cierto que los jóvenes y no tan jóvenes , necesitan divertirse, pero como padres necesitamos lugares seguros y aptos. Dónde dejemos a nuestros hijos tranquilos para divertirse y no que nos los devuelvan en una ambulancia.
Hace unos días se realizó un Instale dónde asistieron muchas personas ,no había control policial ni ambulancia. Pero, porque? porque esas fiestas no están habilitadas , no son legales y la policía no puedo actuar si no hay una ordenanza municipal explícita que así lo diga. Tampoco la Jueza de faltas puede ir a desbaratar una fiesta ya que no hay una orden Municipal que prohíba los Instales explícitamente. Solo puede hacerlo si dicha fiesta es denunciada por ruidos molestos.
Yo me preguntó como madre… Que están esperando? Señores gobernantes .. que ocurra una desgracia como en cromañón ? Que esperan ? Que en una de estas fiestas le ocurra algo grave a cualquier joven de Catriel?
Necesitamos como padres exigir lugares seguros para nuestros hijos. Necesitamos que nuestros gobernantes tomen medidas al respecto. Que se sienten a pensar que hacer con estos lugares peligrosos , sin seguridad , dónde se les vende cualquier cosa, donde ingresan menores de edad sin ningún control.
Necesitamos que nuestros funcionarios den las herramientas necesarias para que actúe tanto la policía como la jueza de Faltas con el fin controlar estos instales. Recordemos que la Policía y la Jueza de Faltas sin Regulación no pueden actuar.
No esperen que ocurra una tragedia. No esperen tener que lamentar una víctima. No esperen más.