
Este martes, se llevó a cabo la primera reunión entre la Comisión Directiva de la
CONFEDERACION ARGENTINA DE TRABAJADORES DEL TRANSPORTE (CATT) y la
Comisión Directiva de la CONFEDERACIÓN ARGENTINA DE TRABAJADORES Y
EMPLEADOS DE LOS
HIDROCARBUROS, ENERGÍA, COMBUSTIBLES, DERIVADOS
Y AFINES (CATHEDA).
El encuentro entre dos de las organizaciones sindicales más importantes de Argentina
tuvo lugar en la sede de la CATT, en la ciudad de Buenos Aires. Durante esta reunión, se
evaluó la situación actual del sistema de transporte y el sector energético en Argentina, y
se discutieron propuestas para contribuir al crecimiento y desarrollo del país en los
ámbitos del transporte, la energía y la infraestructura.
En este contexto, se acordó una agenda de trabajo conjunta con el objetivo de presentar
propuestas a los gobiernos nacionales y provinciales, así como a sus poderes
legislativos. Se reconoció la importancia de este momento crítico para el país y se
expresó el deseo de aportar conocimientos y recursos humanos capacitados en sectores
clave para lograr una Argentina más justa, libre y soberana, con empleo y calidad de vida.
Se hizo énfasis en la necesidad de debatir sobre la matriz energética y logística del país,
así como en la urgencia de diseñar y planificar la infraestructura de transporte a nivel
nacional, incluyendo la expansión de rutas y ferrocarriles. Se destacó la situación precaria
de la producción de gas y petróleo en la cuenca neuquina debido a la falta de
infraestructura vial y ferroviaria, lo que obstaculiza el desarrollo del país.
También se subrayó la importancia de proteger y fortalecer AEROLINEAS ARGENTINAS y
promover la industria naval para aprovechar los recursos marítimos del país, así como
defender la hidrovía y promover el desarrollo del corredor bioceánico.
Siguiendo una propuesta previa de CATHEDA en congresos anteriores, se enfatizó la
importancia de dar participación a los trabajadores en empresas estratégicas como AYSA
e YPF, así como en futuras concesiones hidroeléctricas en el Comahue. Se reiteró la
necesidad de incluir la voz de los trabajadores organizados en una agenda de Transición
Energética.
Finalmente, se acordó de manera unánime rechazar cualquier acto que menoscabe y
desprecie al movimiento obrero argentino. Se considera que los planteamientos que
atentan contra el valor de los trabajadores y sus organizaciones no contribuyen a la
construcción de un país justo, solidario e inclusivo.